Ciudad de México, 10 de diciembre (SinEmbargo).- Los atracones de comida y bebida, compensar el ejercicio no realizado a lo largo de toda la semana o saltarse las dosis de medicinas, pueden ser un factor de riesgo que convierte los fines de semana en días de alto riesgo para la salud.

De acuerdo con varios estudios compilados por el Daily Mail, una persona está 16 por ciento más propensa a morir si es internada en el hospital en fin de semana, esto debido a que el personal calificado está menos disponible, hay un menor número de enfermeras por cama, y el acceso a pruebas para diagnosticar es limitado.

Y aunque estos datos de hospitales en el Reino Unido se van al extremo, el estar el fin de semana en casa, salir de fiesta o en general, tener más tiempo libre, pueden poner la salud en jaque.

 Es más fácil contraer una enfermedad

De acuerdo con investigadores holandeses, una de 30 personas se enferma cuando se toma un descanso, ya sea el fin de semana o en vacaciones, debido a que durante las horas laborales se segregan constantemente hormonas de estrés como la adrenalina, que ayudan a combatir las infecciones.

El diario británico cita al dr. Matthew Buckland, inmunólogo en el hospital Barts Health de Londres, quien explica que dejar el trabajo es parecido a un afecto de resaca, pues “el cuerpo cede a esta acumulación de estrés, baja la inmunidad haciéndolo más susceptible a cualquier error o infecciones”.

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 Días de romper la dieta y beber

Entre semana es más sencillo seguir un plan alimenticio pues los tiempos suelen estar más regulados, los fines, la rutina se pierde y complica seguir la dieta.

El profesor de psicología de la Universidad de Lancaster, Cary Cooper, dice al Daily Mail que además hay una cultura de recompensa psicológica, “Trabajé toda la semana, ¿por qué no debería de comer lo que quiero?”.

En 2008, un estudio publicado en la revista Obesity concluyó que el sábado es el peor día para las personas que intentan bajar de peso pues se incrementa el consumo de azúcares y grasas saturadas.

Por otro lado, quienes se abstuvieron de ingerir bebidas alcohólicas toda la semana y el sábado deciden tomar varias copas de vino, pueden causar latidos anormales en su corazón, de acuerdo con el cardiólogo Jonathan Clague, del Hospital Royal Brompton.

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 Se olvida tomar la medicina

Una vez más la interrupción de la rutina puede hacer que comportamientos sistemáticos como tomar una pastilla a una hora determinada se olviden durante los días de descanso.

Los viajes o despertarse más tarde de lo común pueden hacer que se salte una dosis, a lo que expertos recomiendan tomar lo más pronto posible, en cuanto se acuerden, dado que olvidar tomar fármacos para controlar la presión arterial, por ejemplo, incrementa el riesgo de ataque al corazón o accidente cerebral hasta en un 40 por ciento, de acuerdo con una investigación de la Universidad de Glasgow.

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 Exceso de ejercicio

Es común que las personas aprovechen los fines de semana para hacer las tareas que no pudieron realizar el resto de los días, una de ellas es el ejercicio, lo cual puede resultar peligroso para el corazón.

Estos deportistas de fin de semana pueden poner en riesgo sus cuerpos aún más que las personas sedentarias, pues mientras que un ejercicio regular reduce el riesgo de un ataque cardiaco, hacerlo con mucha energía sólo un día o dos, pone al corazón a correr a su máxima capacidad, de acuerdo con un estudio de la Universidad Maastricht, de los Países Bajos.

Esto se debe a que el órgano tiene que bombardear suficiente sangre a todo el cuerpo, por lo que la presión arterial se eleva para compensar la falta de reserva cardiaca, que puede terminar en formación de coágulos que causaría un infarto.

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 Mayor estrés

Un estudio de la Universidad Estatal de Pensilvania, en Estados Unidos, encontró que los niveles de cortisol en algunas personas son menores cuando se encuentran en la oficina que en su casa, es decir, producen más cantidad de esta hormona que se segrega en respuesta al estrés, en sus días de supuesto descanso.

“El problema para mucha gente es que pasan el fin de semana corriendo de una actividad a otra, lo cual no harían en la semana. Pasar tiempo con la familia también puede ser estresante debido al conflicto entre las presiones emocionales sobre lo que las personas quieren hacer. Entonces, por supuesto, están todas las encomiendas que tenemos que hacer encajar en el fin de semana. Es por ello que ir a trabajar puede parecer mucho más como un descanso”, explicó la psicóloga Sandi Mann a Mail Online.